Zonas Arqueologicas De Mexico
Ha
sido denominada una de las siete maravillas del mundo moderno de acuerdo con el
sitio New7wonders. Entre sus estructuras principales destaca
El Castillo, El Caracol (u observatorio), el Juego de Pelota, el Templo de las
mil columnas.
Uno
de los hallazgos más importantes en Chichén Itzá fue el cenote sagrado, del cual se
extrajeron diversas ofrendas y osamentas de las doncellas que eran sacrificadas
a los dioses, y en ocasiones también los prisioneros de guerra eran
sacrificados y arrojados a ese pozo aparentemente sin fondo.
Sin
duda uno de los sitios arqueológicos más importantes de la cultura maya en
Yucatán, El Castillo fue uno de
los grandes templos que fueran construidos casi al final del esplendor
de esa cultura. El costo de admisión es de 64 pesos, con descuentos para
estudiantes, maestros y adultos mayores, además, los menores de 13 años no
pagan su entrada.
Palenque, Chiapas
Palenque
es Patrimonio Cultural de la
Humanidad, se encuentra en el estado de Chiapas, sus magníficas
esculturas y edificaciones nos narran la historia del hombre que intenta
entender y explicarse el universo.
Su
edificación más importante es el Gran Palacio, el Templo de las Inscripciones,
el Templo de la Cruz Foliada y el Gran Juego de Pelota. Uno de los hallazgos
más importantes de Palenque fue sin duda la tumba de Pakal II, cuya estela adorna esta entrada, muchos han
identificado esta estela como si de un astronauta en una nave espacial se
tratara, y aunque teorías hay muchas, lo más probable es que se retrate el
árbol de la vida, apuntando las raíces hacia el inframundo que era misterioso y
atrayente para los mayas.
Sin
duda, El palacio es su construcción más importante, pues a lo largo de 400 años fue construida en
varios estilos, con varios elementos arquitectónicos como una torre,
cuatro patios, basamentos y escalinatas, entre otros. El acceso a Palenque es
de 51 pesos, con descuentos para estudiantes, maestros y adultos mayores,
además de visitar la zona arqueológica, por ese importe es posible también
visitar el museo de sitio.
Uxmal, Yucatán
Una
de las máximas exponentes de la ruta
Puuc es la zona arqueológica de Uxmal, sus edificios principales
son la Pirámide del Adivino, el Cuadrángulo de las Monjas y la Casa de las
Palomas. Entre sus ruinas se encontraron estupendos mascarones de Chaac (dios
de la lluvia) y también estelas con jeroglíficos.
De
las cosas que más disfruté en Uxmal fue su espectáculo de luz y sonido, ya que adentrarse a una zona
arqueológica durante la noche, te da una perspectiva diferente de como es
durante el día, además, esos espectáculos diseñados por el INAH te permiten
adentrarte a conocer la historia y la vida cotidiana de los antiguos habitantes
del lugar.
Se
encuentra muy cerca de la ciudad de Mérida, la admisión es de 64 pesos por
parte del INAH más una cuota de 142 pesos por parte del gobierno del Estado de
Yucatán, lo cual la hace una de las zonas arqueológicas más caras para ser
visitada, sin embargo, la inversión vale la pena, por el estado de conservación de las
estructuras.
Una
de las edificaciones prehispánicas más bonitas, es sin duda la pirámide de los Nichos de Tajín, ubicada
en el estado de Veracruz es un gran exponente de la cultura Totonaca. Nichos, relieves
y pintura mural, son los mudos testigos de esa ciudad que se conocía como la
ciudad de los templos humeantes ya que constantemente se quemaba copal en sus
edificios.
Cuenta
con 17 juegos de pelota, lo
cual han interpretado los arqueólogos como un signo de multiculturalidad, pues
estuvo habitada durante casi 900 años, lo cual habla de periodos de evolución
dentro de la misma etnia.
La
cuota de acceso es de 64 pesos, y
tiene cinco puntos de acceso: desde Veracruz, desde Tampico, desde la Ciudad de
México, desde Puebla y desde Xalapa.
Uno
de los sitios arqueológicos con los cuales se identifica a nuestro país es sin
duda Teotihuacán, es una de las ciudades más importantes del centro del país,
su nombre en náhuatl significa ciudad
de los dioses.
En
su época de máximo esplendor llegó a tener 100mil habitantes. Su ubicación privilegiada en un valle rico
en recursos naturales la volvió una ciudad además de importante por su
arquitectura, un centro económico, político, religioso y cultural de la época.
Lo más impresionante es que aún hoy no terminamos de desentrañar todos sus
secretos, aunque sabemos que desde tiempos de los aztecas era considerado un
sitio sagrado.
Su
extensión disponible para el público es de 264 hectáreas, en ellas encontraremos la Pirámide del Sol, la
Pirámide de la Luna, la Ciudadela, la Calzada de los Muertos, el Templo de la
Serpiente Emplumada, así que sin duda lo mejor es ir a visitarla y llenarte de
la energía y la historia que aún habita entre sus muros. El costo de admisión
es de 64 pesos y hay que pagar también una cuota por el estacionamiento que
varía dependiendo del tipo de vehículo en el que llegues.
Paquimé, Chihuahua
Uno de los pocos sitios arqueológicos encontrados en el norte del país es Paquimé, se ubica en el estado de Chihuahua, una cultura que se adaptó a luchar y sobrevivir en la gran extensión del desierto chihuahuense y que dejó constancia de ello con las impresionantes estructuras que encontramos en este lugar a poco más de 300 kilómetros de la ciudad de Chihuahua.
En
Paquimé se dio la unión del
suroeste de los Estados Unidos con el norte de México, esas
construcciones laberínticas de adobe quedaron como un recuerdo de la riqueza
comercial y arquitectónica que se desarrolló en la época pues tenían un buen
sistema de distribución de agua y además sitios especiales para especies de
animales tales como guacamayas y tortugas, y otros más para artesanías
elaboradas con concha y cobre.
Lo
más llamativo de Paquimé es acaso el impresionante juego de luces y sombras que se hacen cuando el sol incide
desde diferentes alturas en esos laberintos que albergaban cientos de cuartos,
algunos con una función muy específica y otros simplemente habitacionales. El
acceso es de 62 pesos, incluye la entrada al museo de sitio.
Yaxchilán, Chiapas
La riqueza arqueológica de Yaxchilán no solo está en sus edificaciones, sino en los textos encontrados en sus estelas, altares y dinteles, que narran la historia de esa ciudad estado, con todo y sus conflictos bélicos, sus alianzas y las hazañas de sus gobernantes.
Una
de las peculiaridades de Yaxchilán es que ha de llegarse en una lancha con motor fuera de borda surcando
el río Usumacinta, no debes perderte la Acrópolis, el Laberinto ni el Juego de
Pelota, mudos testigos del esplendor de esta ciudad.
Desde
la parte superior de la Estructura 33, uno de los edificios más altos de la
arqueología chiapaneca, es posible
observar al serpenteante río Usumacinta y también una parte del
Petén Guatemalteco, otra área donde floreció la cultura maya. El acceso a
Yaxchilán es de 62 pesos, y un accesorio que podría hacer aún más disfrutable
tu visita, son unos buenos binoculares para observar la Selva Lacandona desde
su acrópolis.
Montealbán, Oaxaca
A tan solo 10 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, se encuentra Monte Albán, vestigio de la cultura zapoteca y mixteca, ya que como muchas de las ciudades prehispánicas, fue habitada por diferentes culturas a lo largo del tiempo. De acuerdo con su arquitectura, se ha determinado que estuvo en contacto con la poderosa Teotihuacán.
Sus
estructuras principales son el Juego de Pelota, el Edificio de los Danzantes y
la Plataforma Sur. En la explanada denominada Gran Plaza se ubicaban los
comerciantes para montar el mercado. Esta ciudad fue fundada hacia el 500 a. C. en la cima de un
cerro en los valles centrales de Oaxaca, llegó a tener hasta 35mil habitantes
que vivían de la arquitectura, la alfarería y la pintura mural.
El
acceso es de 64 pesos, y dentro del lugar es posible encontrar también el museo
de sitio, una cafetería, y una tienda de artesanías y publicaciones.
Cholula, Puebla
Una de las imágenes más conocidas de Cholula es la de la iglesia sobre un montículo y con el Popocatépetl como telón de fondo, y es que según cuenta la historia, los españoles intentaban reemplazar a los dioses indígenas con su Dios, y para ello destruyeron los antiguos templos y edificaron sobre ellos sus iglesias. Más o menos así es la historia de esta ciudad de Puebla, de la que se dice que tiene más de 300 iglesias.
Pero
hablando de la zona arqueológica hay que mencionar Tlachihualteptl (que significa cerro hecho a mano), la
pirámide sobre la cual está edificada la iglesia de la Virgen de los Remedios y
cuya base tiene 450 metros de largo en cada lado. Los toltecas expulsados de
Tula fueron quienes edificaron esta zona arqueológica.
La
ubicación estratégica de Cholula la convirtió en un sitio privilegiado para el comercio entre
las diversas etnias prehispánicas, cuenta con asombrosos murales en buen estado
de conservación que por sí mismos hacen que valga la pena la visita. El acceso
es de 52 pesos.
Tulum, Quintana Roo
Una ciudad amurallada que domina el mar Caribe desde lo alto, así es Tulum, un sitio sagrado para los mayas, que a pesar de estar tan cerca del mar, tiene murales y estructuras en muy buen estado de conservación. En maya recibía el nombre de Zamá, que quiere decir amanecer.
El
Castillo, en la parte más alta del acantilado, tiene en sus fachadas esculturas del dios descendente, que
se ha asociado en ocasiones con Chaac, el dios de la lluvia, se encuentra
también el templo de los frescos en cuyas esquinas pueden verse también
mascarones de Chaac.
La
visita al sitio tomará acaso una hora y media, pero si tienes chance, te
recomiendo bajar hasta la playa y
darte un rápido chapuzón, o cuando menos un remojón de pies en las
cálidas aguas del Caribe. La zona arqueológica no cuenta con estacionamiento
propio, pero hay uno perteneciente a un centro comercial, desde el cual sale un
trenecito a recorrer la distancia de un kilómetro que separa de la entrada al
sitio. El costo de admisión es de 64 pesos.
Cobá, Quintana Roo
Nohoch mul es la pirámide más alta de Cobá, anteriormente, cuando era posible subir a ella, desde la parte más alta se apreciaban tres lagunas de agua dulce que utilizaban los mayas para abastecerse. Una de sus estructuras más impresionantes y en mejor estado de conservación es el Juego de Pelota.
Una
de las cosas que me gusta de estos sitios arqueológicos es que se han respetado los árboles centenarios
que crecieron sobre las estructuras, dotándolas de un aire sobrecogedor. La
zona arqueológica de Cobá es bastante extensa, por lo cual después de visitar
los edificios principales, te recomiendo alquilar una bicicleta o un triciclo
con chofer para llegar a las estructuras más alejadas de la entrada.
Sus estelas nos cuentan la historia de este sitio, que si bien no
estaba habitado por la clase dominante, sí que contaba con un sacbé de más de
100 kilómetros que llegaba hasta una ciudad cercana a Chichén Itzá. La admisión
es de 64 pesos, y además hay que pagar una cuota de estacionamiento que
beneficia al ejido Cobá.
Comalcalco, Tabasco
De caracter eminentemente comercial, Comalcalco (ciudad de los comales), es la ciudad más occidental del mundo maya, en ella se han encontrado objetos que pertenecían a etnias de otras latitudes tanto hacia el norte de nuestro país como hacia el sur hasta centro américa.
Los
chontales que habitaron esta área (y cuyos descendientes aún habitan ahí), eran
comerciantes natos, incluso, llegaron hasta Cacaxtla en Tlaxcala. En este lugar
el cultivo del cacao era
y es hasta nuestros días una de las actividades económicas más fructíferas.
La Plaza Norte, la Acrópolis y la Tumba de los Nueve
Señores son
las estructuras mejor conservadas, y uno de los atractivos de este lugar es el
contraste entre las cuidadas zonas verdes y los tonos grises y amarillentos de
los muros. El acceso es de 52 pesos, como dato curioso, aquí no se ofrecen
visitas guiadas, a pesar de la importancia que tuvo este sitio en la antigüedad.
Calakmul, Campeche
Si eres amante de la naturaleza, y te encanta observar la flora y la fauna, Calakmul es una ciudad que no puede faltar en tu itinerario a Campeche. En medio de la reserva de la biósfera se encuentra la zona arqueológica que significa dos montículos adyacentes.
Mucha
de la historia de este sitio quedó plasmada en sus estelas y en las preciosas pinturas murales que aún no
están abiertas al público pues están siendo preparadas para ser exhibidas.
Dentro del sitio puedes recorrer extensas plazas ceremoniales y lugares
destinados para las viviendas de los habitantes.
Su majestuoso palacio es una construcción alta que domina la selva
y si llegas muy temprano, desde su cumbre podrás admirar cómo poco a poco se va
levantando el manto de niebla que por la noche cubre el lugar. El costo de
admisión es de 52 pesos, y si vas en tu propio vehículo, es recomendable que
cargues suficiente gasolina antes de llegar y cuentes con suficiente para
partir, pues las gasolineras más cercanas se encuentran a 100 kilómetros de
distancia.
Bonampak, Chiapas
Las pinturas murales que alberga Bonampak son de las más representativas del mundo maya, muchos han sido los estudios que se han conducido para intentar determinar quienes son los personajes retratados y qué pasajes de la historia nos cuenta cada una de esas paredes pintadas.
En
la Acrópolis, se encuentra el Edificio
I, en cuyos tres cuartos se conservan 112 metros cuadrados de estos
murales que según han desentrañado los arqueólogos hablan de una larga batalla.
Llegar
a Bonampak no es tarea sencilla, pues después de varias bifurcaciones del
camino, te encontrarás con una carretera
de terracería que después de 8 kilómetros desemboca en un lugar
desde donde serán transportados por vehículos de la comunidad lacandona. El
acceso es de 52 pesos.
Ek Balam, Yucatán
Su nombre significa Estrella Jaguar (según otros traductores, significa Jaguar Negro) , y su Acrópolis contiene una de las muestras más impresionantes del trabajo en estuco que realizaban los mayas. Ese palacio fue construido como tumba para uno de sus reyes.
En
su interior contiene una rampa que utilizaban los sacerdotes y gobernantes para
que el pueblo no los viera ascender, sino que los veía ya en la cima del
palacio que en una de las puertas principales está adornada con lo que
parecen las fauces de un jaguar,
y también es posible ver, seres humanos con alas, como si fueran ángeles.
Desde
la entrada del sitio podemos sorprendernos con un magnífico arco maya, muestra de lo avanzado de su arquitectura,
además en su época de mayor esplendor, la ciudad estuvo protegida por una doble
muralla que tenía un acceso en cada punto cardinal. La entrada a esta zona
arqueológica tiene un costo de 62 pesos, pero el gobierno del estado cobra una
cuota adicional.
Chacchoben, Quintana Roo
El lugar del maíz colorado, así se traduce el nombre de Chacchoben, fue uno de los asentamientos más importantes de la zona de los lagos, y empezó a poblarse antes del nacimiento de Cristo, ya que los cuerpos de agua atraían a los habitantes para establecerse a su alrededor, recordemos que en Quintana Roo solo existen ríos subterráneos.
Las
diferentes edificaciones nos recuerdan el estilo de otros sitios de la cultura
maya, pero por su tamaño destaca uno
de los grandes templos que vemos al inicio de estos párrafos, se
han encontrado en el sitio también dos estelas y aún quedan sitios por
explorar.
Una
de las cosas que más disfruté en mi visita a Chacchoben fue, cuando ya había
terminado el recorrido, encontrarme con una familia de monos araña comiendo en un árbol de mamey,
supe que era de esa fruta pues intentaron tirarme una en la cabeza, lo bueno
que no le atinaron. El acceso es de 52 pesos, y hay que pagar una cuota
adicional por el estacionamiento.
Cacaxtla, Tlaxcala
Cacaxtla contiene unos murales que bien podrían confundirse con los de Bonampak por su estética, fue una ciudad que después de la caíde de Cholula tuvo la hegemonía de la zona Puebla-Tlaxcala. Fue un centro ceremonial, una ciudad fortificada, tenía murallas y fosos defensivos y zonas habitacionales para la élite.
Sus
murales conjugan rasgos mayas y del Altiplano, en uno de los más imponentes se
puede observa la escena de una
batalla entre guerreros jaguares olmecas y hombres pájaro huastecos que
claramente van perdiendo la contienda, y algunos se muestran desnudos o en
distintos estados de desmembramiento.
El Gran Basamento es su estructura más importante, de hecho en ella se construyeron
diferentes edificios ceremoniales y es donde los sacerdotes tenían sus
viviendas. El acceso es de 62 pesos y también incluye la visita al museo de
sitio.
Cantona, Puebla
Cantona si bien tiene poco tiempo de haber sido abierta al público, fue rival de Teotihuacán, de hecho desviaba las mercancías de debían llegar a aquella ciudad, lo que contribuyó a su declive. Sin embargo, su poderío se vio obstaculizado por un cambio climático que desecó las tierras y los obligó a emigrar.
La obsidiana era uno de los principales productos
que comerciaban y labraban en
sus diversos talleres, y de hecho, al tener tan cerca el volcán Citlaltépetl de
donde lo extraían, les era posible dominar el comercio de este bien tan valioso
para las etnias del centro del país. Además por su posición privilegiada
controlaba el comercio entre el centro y la vertiente del Golfo.
Cantona
es considerada la ciudad más
urbanizada del México prehispánico, lo demuestran las más de 500 calles
y 3mil patios habitacionales que se han descubierto, así como sus calzadas de
más de un kilómetro de longitud. Hasta ahora se han descubierto 24 juegos de
pelota, lo cual demuestra la gran importancia de este sitio. El acceso es de 52
pesos.
Xochicalco, Morelos
Asentada sobre un grupo de cerros bajos, Xochicalco fue una de las ciudades más importantes de Mesoamerica tras la caída de Tenochtitlán, cuenta con edificios cívicos, habitacionales y religiosos, y además también con fosos y murallas, lo que nos habla de una época bélica en la que cada ciudad quería controlar su propio territorio.
Entre
las construcciones que puedes visitar está la Gran Pirámide, en la plaza
central, el Juego de Pelota Sur y la
Pirámide de las Serpientes Emplumadas, lo cual sugiere que algunos
grupos mayas del sur habrían emigrado a Xochicalco ante la caída de sus
ciudades.
En
esta zona arqueológica encontramos un
observatorio bastante peculiar pues se localiza dentro de una cueva
a la cual se accede mediante una escalinata labrada en piedra. El acceso al
sitio es de 64 pesos.
Tamtoc, San Luis Potosí
Tamtoc fue un centro político y religioso que llegó a albergar hasta 16mil habitantes, fue hogar de la cultura huasteca, lo cual sabemos por sus edificios con base circular o bien con las esquinas redondeadas. Los habitantes de Tamtoc se dedicaban principalmente a la astronomía y a la ingeniería hidráulica.
Las
otras actividades económicas de Tamtoc eran la agricultura principalmente de
frijol y maíz, la pesca y la cacería de animales. Sus habitantes eran
sedentarios y sabían trabajar la
obsidiana, el pedernal, el oro, el basalto y el cobre.
Una
característica importante de esa cultura es que le daba un valor muy especial a la mujer, pues era considerada
símbolo vivo de la fertilidad y además dueña del tiempo debido a sus ciclos
menstruales. El acceso es de 62 pesos.
La Campana, Colima
En Colima por su clima, y las pocas lluvias que suelen caer al año, es difícil encontrar asentamientos prehispánicos, sin embargo está el Potrero de la Campana, nombrado así porque antes de la excavación, el cerro parecía una campana por su forma trapezoidal. En él encontramos las famosas tumbas de tiro, lugares donde se depositaban los cuerpos y ricas ofrendas y a los que se accedía por un tiro vertical.
Se
localiza entre los ríos Colima y Pereira, lo que a pesar de tener pocas lluvias
durante el año, les aseguraba el abasto de agua. Sus plataformas son circulares
o cuadrangulares y es posible apreciar un Juego de Pelota e innumerables petroglifos.
Una
de las cosas que más llama la atención de la Campana es su red de drenaje y distribución de agua,
lo que nos habla de una avanzada ingeniería hidráulica. El acceso a este sitio
es de 47 pesos y se localiza al pie del periférico en la ciudad de Colima.
La Ferrería, Durango
Uno de los asentamientos más importantes del Valle del Guadiana fue en La Ferrería Durango, en él se tienen identificadas más de veinte estructuras con funciones religiosas, habitacionales, pirámides, patios, en fin, casi todos los tipos de estructuras prehispánicas se encuentran aquí.
Hay evidencia de observación astronómica, también de un buen conocimiento
hidráulico, pues utilizaban canales para evacuar el agua de lluvia. La casa de
los Dirigentes, conserva sus desagües originales y está orientada hacia el
cerro del Temascal, muy importante para la élite gobernante.
Hay
también en el área varias rocas
grabadas que nos cuentan historias de la vida cotidiana, escenas de
cacería, de rituales de fertilidad asociados con la figura femenina, una
representación del nacimiento del sol, entre otras. El acceso a esta zona es de
47 pesos.
Mitla, Oaxaca
Mictlán era el nombre que se le daba en Náhuatl al lugar de los muertos, hispanizado quedó en Mitla, esta ciudad de origen zapoteco y mixteco nos sorprende por la abundante decoración en sus fachadas, hecha de mosaicos de roca caliza que forman grecas, y que podría recordarnos a los motivos decorativos de otras zonas arqueológicas.
Después de la caída de Monte Albán fue el sitio más
importante en Oaxaca,
contiene cinco conjuntos de arqruitectura monumental. También en Mitla los
evangelizadores construyeron una iglesia sobre uno de sus palacios principales,
así es como vemos sobre esa estructura la iglesia de San Pablo.
Las
columnas monolíticas son muy importantes, pues se utilizaban tanto como
elementos estructurales y también decorativos. Las piedras de la construcción del templo de San Pablo,
fueron obtenidas de la destrucción de otras estructuras y templos
prehispánicos. El acceso a Mitla es de 47 pesos.
Tzintzuntzan, Michoacán
Los tarascos fueron un cultura paralela en relevancia a la mexica, la gran diferencia es que los de Michoacán no eran tan bélicos, sin embargo, cuando eran atacados por los tenochcas no tenían reparo en combatirlos y pararlos en seco, infligiéndoles severas derrotas a los más poderosos gobernantes mexicas: Atzayácatl, Ahuizótl y Moctezuma Xocoyotzin.
El
dominio de los tarascos se extendía desde el río Lerma hasta el Balsas,
ocupando más de 75mil kilómetros cuadrados. La ciudad de Tzintzuntzan tiene una sobriedad y austeridad que
contrasta con la ornamentación de los templos que los españoles hicieran
construir a los tarascos.
El nombre tiene que ver con el colibrí, un ave de mucha importancia
tanto para los mexicas para quienes representaba al dios Huitzilopochtli, como
para los tarascos para quienes representaba al dios Tzintzuuquixu. El acceso es
de 52 pesos.
Tula, Hidalgo
Un lugar dedicado al comercio, que tuvo influencia por toda Mesoamérica es Tula, ellos controlaban el comercio de la turquesa, y su ocupación comenzó a suceder al mismo tiempo que Teotihuacán empezaba su declive. Los gigantes o atlantes de Tula son esculturas muy altas representando guerreros.
Mientras Quetzalcóatl reinaba esos lugares, los palacios recubiertos de plumas
y jade eran comunes, y debido a la fertilidad de sus tierras hasta ahí llegaban
comerciantes que traían de otras latitudes el cacao, metales preciosos, pieles
de jaguar, jade y cerámica de Chiapas y Guatemala.
El
Palacio Quemado y los dos Juegos de Pelota con sus aros decorados con serpientes
ondulantes, son estructuras que no te debes perder, y es destacable que los atlantes sostenían un palacio,
dando a entender que el ejercicio bélico era el sustento del universo. El
acceso es de 52 pesos.
Comentarios
Publicar un comentario